La contaminación de los alimentos y productos alimenticios (Parte 4 y final)
5. TOXI-INFECCIONES MÁS FRECUENTES (CONTINUACIÓN)
5.5. Escherichia coli
Se trata de una enterobacteria
que existe generalmente en los intestinos animales (incluido el humano),
y por tanto en las aguas negras, aunque se lo puede encontrar en todos lados, ya
que es un organismo ubicuo.
Se encuentra de forma natural en
el intestino. La mayoría de las E. coli
no causan problemas. Pero, algunos tipos pueden resultar graves (el peor tipo produce
una diarrea hemorrágica que puede cursar con insuficiencia renal y hasta la
muerte). Estos efectos tan adversos se producen normalmente en edades extremas:
niños, ancianos y en adultos con sistemas inmunológicos debilitados. La mayoría
de los casos de infección mejoran con leves tratamientos entre 5 y 10 días.
Esta infección también es
conocida como la “diarrea del viajero”, al producirse por los cambios de costumbres alimentarias, consumos
de agua no embotellada, etc.
La enfermedad está causada por
la contaminación de alimentos (sobre todo por manipulación), y posterior mala
cocción de los mismos, es decir, a temperaturas internas y externas menores de
70° C.
Para evitar la intoxicación por
alimentos y prevenir infecciones, se debe manipular la comida con seguridad:
- cocinar
bien las carnes;
- lavar las
frutas y verduras antes de comerlas o cocinarlas;
- evitar
la leche y los jugos de frutas sin pasteurizar.
La
infección también se puede adquirir al tragar agua en una piscina contaminada
con desechos humanos.
Los alimentos que pueden ser
fuente de la enfermedad son:
- Carnes crudas o poco cocinadas.
- Productos frescos crudos.
- Leche cruda.
- Jugos de fruta sin pasteurizar.
- Agua contaminada o sin un adecuado tratamiento
de potabilización.
Entre las medidas profilácticas
recomendadas, se encuentran:
- Cocinar de forma adecuada las carnes, sobre
todo las carnes picadas.
- Control de los alimentos frescos en el origen,
de forma especial la leche y la carne.
- Evitar consumo de leche no pasteurizada o agua
no potabilizada.
- Desinfectar los vegetales que vayan a consumirse
crudos o bien lavarlos con abundante agua potabilizada.
- Mantener una adecuada higiene de los
manipuladores de alimentos, sobre todo después de usar el baño.
5.6. Campylobacter jejuni
Es una enfermedad producida por
la infección del intestino delgado con esta bacteria (enteritis).
Las personas, casi siempre,
resultan infectadas por comer:
- Carne de ave cruda o poco cocinada.
- Productos agrícolas frescos.
- Leche sin pasteurizar.
- Agua sin un adecuado tratamiento de potabilización o contaminada.
- Pescado crudo o poco cocinado.
Una persona también se puede
infectar por el contacto cercano con personas o animales infectados.
Entre los síntomas de
manifestación de la enfermedad, se encuentran dolor abdominal con cólicos, fiebre,
náuseas y vómitos y diarrea acuosa, algunas veces con sangre.
Se manifiesta entre los 2 y 4
días después de estar expuesto a la bacteria y sus efectos duran, generalmente,
una semana.
La infección casi siempre
desaparece por sí sola. Es beneficioso evitar la deshidratación, que suele
ayudar a sentirme mejor y no provocar daños mayores, si se tiene diarrea (beber
de 8 a 10
vasos de liquido al día, agua es lo mejor; beber al menos una taza de líquido
cada vez que se tenga una deposición suelta; comer en cantidades pequeñas
durante todo el día en lugar de las tres comidas grandes; consumir alimentos
salados, como rosquillas, sopa y bebidas para deportistas; tomar alimentos
ricos en potasio, tales como plátanos, patatas y jugos de fruta diluidos en
agua).
Entre las medidas profilácticas,
se recomienda:
- Cocinar de forma adecuada la carne de pollo.
- Evitar contaminación cruzada, es decir, no
mezclar carne cruda con alimentos ya cocinados. Este es el mayor riesgo de
esta bacteria, por tanto, es importante la correcta higiene de las tablas
de cortar, utensilios, platos, etc.
5.7. Yersinia enterocolítica
Otro microorganismo representante
de las enterobacterias, como E. coli.
Es un bacilo gram negativo, no esporulado, capaz de crecer dentro de una amplia
escala de temperaturas, desde -1° C hasta 40° C, siendo la temperatura óptima 29°
C y requiere unos rangos de pH entre 4 y 10, siendo el óptimo 7. Su rango de
temperaturas permite que se desarrolle en refrigeración.
Se multiplica en las mucosas y
se puede transmitir a través del contacto con animales, ingestión de productos
alimenticios contaminados o agua contaminada. Se instalan en el intestino
delgado, particularmente en el íleon, dando lugar a úlceras; además invaden los
ganglios linfáticos del mesenterio, que aumenta el volumen en forma exagerada,
lo cual puede crear problemas de diagnóstico diferencial con cuadros de tumoración
abdominal.
Estas infecciones son frecuentes
en países fríos siendo muy infrecuentes en nuestro medio.
La sintomatología se manifiesta
por dolor abdominal que hace pensar en una apendicitis aguda, fiebre,
cefalalgia, malestar, anorexia, diarrea, vómitos, nauseas, escalofríos,
faringitis, leucocitosis, eritema nodoso especialmente en mujeres, linfadenitis
mesentérica. En niños produce fiebre, dolor abdominal y diarrea, a veces
hemorrágica. Pueden aparecer síntomas dolorosos que se asemejan a una
apendicitis. En un minoritario grupo, pueden aparecer complicaciones como
sarpullidos, dolor en las articulaciones y, si llega a la sangre, puede
ocasionar una bacteriemia. Se trata de una enteritis, más frecuente en los
niños, pero el padecimiento se muestra en cualquier edad.
El período de incubación es de
24-36 horas (pudiendo ser de mayor duración). Las manifestaciones se muestran
entre 2 y 8 días después de la incubación y pueden durar entre 1 y 3 semanas o
más. Raramente causa infecciones mortales. Las cepas patógenas secretan una
enterotoxina resistente al calor que invade el intestino delgado.
Los alimentos normalmente
implicados en la transmisión de esta enfermedad son carnes, pescados, marisco
crudo, productos lácteos, productos frescos y agua no potabilizada o
contaminada.
Fuera de alimentos, se puede
encontrar en una serie de procedencias ambientales entre las que se incluyen el
suelo, el agua dulce y el tracto intestinal de muchos animales.
Las medidas profilácticas pasan
por las siguientes recomendaciones:
- Evitar conservar los alimentos en
refrigeración largos periodos de tiempo ya que es una bacteria resistente
al frío.
- Evitar el consumo de carne o pescado crudo o
poco cocinado.
- Evitar contaminación cruzada.
- Extremar condiciones de higiene del
manipulador.
- Cocer los alimentos totalmente.
- Lucha contra roedores
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